La primera vez que me comentaron de este restaurante me pareció extraño, no podía imaginar un lugar en donde se excluía al 100% de la carta cualquier tipo de carne, pensé “Que cosa más aburrida, lo más probable es que tengan sólo lechuga y palmito, en fin habrá que probar…”, ubicado en Moneda 846, Santiago.
Por la boca muere el pez y debo escribir esta nota como un verdadero vegetariano y dejar de lado cualquier mención a “cadáver”, así fue, me tuve que retractar de lo dicho y pensado, la experiencia fue genial, no extrañé para nada el sabor de carne en platos tan clásicos como un naturista a lo pobre, pastel de choclo, etc. excelente sabor, poca sal, amplia carta, atención excelente y rápida… en fin sólo elogios para una experiencia que daba por negativa.
Hoy en día voy por lo menos una vez al mes, acá les dejo algunas imágenes de la última visita, si se atreven a ir no se arrepentirán, precios razonables, plato de fondo un buen jugo natural o bebida ronda los $5.000.
El naturista me ha hecho replantearme si me convierto en vegetariano para llegar al veganismo, como mi amigazo Rodrigo… da para pensar que “la comida vegetariana bien preparada no tiene nada que envidiar a una gran parrillada”.